En los últimos tiempos ha quedado claro que el SEO ya no es cosa de analizar determinadas circunstancias individuales y medibles, ahora se trata de observar y estudiar la actitud y la experiencia de los usuarios para concluir si un determinado sitio web tiene éxito o no.
El principal y primer cambio que puede destacarse es que se ha abandonado un sistema en el que eran las personas las que determinaban qué páginas eran de una mayor calidad o cuáles eran páginas de spam, por medio de diversos algoritmos. La novedad es que esta tarea recaerá ahora sobre el ordenador, si bien este será ayudado por la labor humana. De lo que se trata es de que se facilitan una serie de datos relevantes, los “training data”, y a partir de ellos el ordenador va formándose un concepto, una idea sobre qué características aparecen o definen las páginas de spam y cuáles aparecen en el resto.
En resumen, lo que hará el ordenador será procesar la información que se le proporciona y en función de esta creará el algoritmo que nos mide las posibilidades de que la una página sea spam.
Una cuestión relevante que se trata en el artículo es la relación entre estos “training data”, que vienen a medirnos la experiencia de usuario, y el posicionamiento. Pese a que Google niega esta influencia de los datos de usuario sobre el posicionamiento, es innegable que sí existe una repercusión indirecta, pues si bien el posicionamiento derivará en última instancia del algoritmo generado por el ordenador, a este algoritmo se llega una vez estudiado el comportamiento de los usuarios.
Por lo tanto, en este sentido podemos afirmar que la experiencia de los usuarios en la web tendrá una importancia notoria a la hora de lograr un buen posicionamiento. Para formarnos una idea sobre qué será una buena experiencia de usuario, conviene echar un vistazo a los “UX Playbooks” de Google, que vendrían a ser una serie de documentos que incluyen unas pautas o consejos que, a juicio de Google, nos ayudarán a proporcionar a nuestros usuarios una experiencia satisfactoria en la web.
En último lugar, resulta de capital importancia encontrar métodos que nos permitan medir el éxito de nuestro posicionamiento, es decir, una serie de claves que nos sirvan para evaluar la experiencia de usuario. Y en esta línea podemos fijarnos en factores como el tiempo de permanencia en la página, las páginas vistas o la tasa de rebote. Nos interesa que los usuarios permanezcan en nuestro sitio, ya que indicará que la página es de su interés. Por otro lado, debemos evitar una alta tasa de rebote, ya que esta será indicativa de que el usuario no encontró lo que quería.
Si os interesa profundizar más sobre el tema, os recomendamos que no os perdáis el artículo de Johannes Beus de Sistrix.